El mar estaba en calma cuando aquella madrugada decidió poner todas sus esperanzas y sus ilusiones dentro de aquel petate maltrecho que siempre le había acompañado en sus viajes. Su vida anterior había sido cómoda aunque algo insulsa. Mucha comodidad pero nada de aventura. Fue una mañana cuando se miraba al espejo y contemplo su rostro, esas arrugas que antes no estaban, esas canas que jamás había observado. Y decidió tratar de hacer su última aventura, la que debería ser la definitiva. Cargado de valor se embarcó en aquella pequeña nave que sin embargo parecía segura. Sería uno más de entre la tripulación, trabaría duro pero su meta era conocer nuevos lugares, nuevas gentes. Al principio todo fue bien. La mar estuvo en calma y el pequeño barco le ofrecía una seguridad que quería creer que tenía. Una mañana despertó por un movimiento brusco. Un fuerte oleaje empezaba a golpear a la embarcación que ya no le parecía tan segura. Al asomarse a cubierta se le antojo una frágil pluma en medio de olas que duplicaban la altura de la insignificante embarcación. Pero algo no había notado hasta ese momento. Estaba solo. Se habían olvidado de el. Una enorme ola golpeo a estribor y a duras penas logro alcanzar una pequeña balsa salvavidas de color naranja chillón. Mientras miraba como el mar se tragaba a la que días atrás le había parecido la más bella de las embarcaciones, se planteaba que pasaría a continuación. Solo en medio de un mar enfurecido. Una diminuta balsa. Pronto caería la noche. ¿llegaré a ver mañana el horizonte?
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
12 comentarios:
Bonita historia duende.
Uno nunca sabe cuando será su última aventura, el destino siempre nos sorprende si le dejamos que lo haga.
Una diminuta barca es mucho más de lo que a veces nos hace falta, el deseo de ver el horizonte ayuda a luchar por conseguirlo y ese amanecer puede ser el más bello que hallas visto nunca.
Uy, qué rollo estoy soltando jjjj tú todo literario y yo aquí raja que raja jjj
Un saludito y pasa un finde genial.
Todo dependerá ,de las ganas que ponga en salir adelante.con fuerzas y ganas se pueden conseguir muchas metas sólo hace falta el valor y la fuerza suficiente para conseguirlo.
Muy buen relato Duende.
Besos.
Shere.
Buen relato Duende, me alegra verte publicar este tipo de escritos, el final ideal abierto al publico.
.saludos de un humilde cuentacuentos.
“Puse rumbo al horizonte y por nada me detuve, ansioso por llegar donde las olas salpican las nubes, brindar en primera fila, con el sol resucitado. Sentarme en la barandilla y ver que hay del otro lado. Y cuanto mas voy pa’lla, mas lejos queda, cuanto mas deprisa voy mas lejos se va”
Besos y abrazos
Sabes? esta historia me dio miedo, me da miedo quedarme sola en una gran tragedia, pobre abandonaron el barco y lo dejaron...No me quiero imaginar lo que sintio pensando a que se iba a enfrentar solo...
Pero siempre esta la fe que tenemos dentro de nosotros y la seguridad para luchar por nuestra supervivencia, el ser humano tiene una capacidad tan asombrosa de transformacion en situaciones de riesgo, el cerebro se agudiza y logra salir adelante.
Es una buena historia que te pone a prueba.
Saluditos y feliz fin de semana!!!
hola Duende!! acaba de llegar tu mensaje en una botella.
Te envío la respuesta si la recibes estas cerca de esta playa.
La aventura es la aventura,no sabia yo que los duendes eran marineros, jajjja
Un beso desde este bosque mediterraneo.
lyria
Siempre hay un mañana, unos días serán mejores y otros más duros, pero un buen barquito siempre flota.
Un beso y una mano por si la necesitas
Esta buena la historia, esta jevi tambien tu blog, un placer pasillar por aqui, pasilla por el mio cuando gustes.!
madre mia compadre... me tienes asustá
Es por estas cosas por las que le tengo miedo al agua. El mar siempre me causó pavor. Si se puede ir por tierra firme, siempre prefiero dar el rodeo por muy largo que sea,jeje.
¿Continua esta historia? Nos has dejado con la intriga.
Un abrazo
que mogna Esti!! me ha encantado la historia , da que pensar y me gusta ;) la verdad es que siempre la vida nos da una solución a cada comtratiempo ,y ya no importa tanto si la solución sea una pequeña balsa , lo importante esq estaba alli para salvar
pd gracias duende por tu ¿sabes? por cierto la entrada q puse de siberia gasteis iba por ti jejeje
a ver si tengo tiempo y vengo a leerte las q me quedan de aqui besotes
jaja es la comstumbre..siberia donosti quise poner jajaja ,gasteiz es como sabrás vitoria alli sí q es siberia...uff
Publicar un comentario