martes, 17 de marzo de 2015

ASI VEO YO EL BOSQUE

Bonita manera de empezar el día, lluvioso en la ciudad y nublado en mi cabeza, aunque parece que va saliendo el sol y tal como en la foto que me has enviado veo ciertos rayitos de esperanza.
 
Gracias por enviarme esta foto, Burbu.
 


jueves, 5 de marzo de 2015

NADA QUE ENTENDER

 
 
 
Y es que creo que esta vez y a pesar de que seguramente no lo entiendas, me lo dedico a mi y no a ti que me lees, o no lo haces. Hace tanto que no escribo que dudo que alguien me lea ya. La verdad, mejor. Me siento así libre de los lastres que como anclas pararon mis palabras. Quizás no quise pensar en que decir para que te gustara, parecer elocuente, que mis pensamientos fuesen atractivos. Quizás deje de recordar que empecé a escribir para hablarme a mi, y al empezar a escribir para ti, deje de escucharme. No hay nada que entender. Estoy triste, sin rumbo... me encuentro perdido como hace mucho tiempo. Mi mente es incapaz de asumir las riendas y simplemente me estoy dejando llevar por las aguas... No hay nada que entender, esta vez escribo para mi, para decirme que nuevamente me encontraré, como tantas veces me he encontrado.
 
Mira el lado bueno... he vuelto a escribir, aunque sea para mi.
 
Una vez use esta letra para hacer daño. Hoy la uso para curar.


Me calaste hondo
y ahora me dueles
si todo lo que nace perece
del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar.

Y decían: '¡qué bonito!'
era vernos pasear
queriéndonos infinito
pensaban: 'siempre será igual'.

¿Cómo lo permitimos,
qué es lo que hicimos tan mal?
¿fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar?

Engáñame un poco al menos
dí que me quieres aún más
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal.

Que ninguno de esos idiotas
te supieron hacer reír
y que el único que te importa
es este pobre infeliz.

Me calaste hondo
y ahora me dueles
si todo lo que nace perece,
del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar.

Y el día que yo me muera
y moriré mucho antes que tú
sólo quiero que una pena
se lloré frente a mi ataúd.

Que esta herida en mi alma
no llegó a cicatrizar
y estará desesperada
hasta que te vea llegar.

Me calaste hondo
y ahora me dueles
si todo lo que nace perece,
del mismo modo
un momento se va
y no vuelve a pasar.

Un momento se va
y no vuelve a pasar
un momento se va.
 
Infinito - Enrique Bunbury