miércoles, 10 de noviembre de 2010

En menos de un segundo

Nuevamente el frio llegó sin avisar, el firme húmedo de la carretera me parece más solitario que nunca, quizas porque mis ojos acostumbrados a cada curva, cada bache, cada señal, se fija en una luna blanca que corta la oscuridad de la noche. Hace unos días veia el atardecer y ahora el camino lo hago completamente de noche. En la radio musica, en mis oidos recuerdos de tu voz. Mis manos juegan con las largas, cortas, largas... una sombra negra sale del quitamiedos sin avisar, no tengo tiempo siquiera de decidir si he de frenar o sujetar el volante pero puedo ver la definicion de su pelaje negro como el azabache, su cuerpo estirado tratando de dar una zancada que le saque de la trayectoria de mi neumático. Apenas suena el golpe pero noto como paso por encima de él. Lo cogí de pleno, ni siquiera dudo, se que he sesgado su vida. Mal sitio para detenerme a hacer comprobaciones y más adelante hay un pequeño poligono industrial. Veo las farolas, y me detengo. Falta un trozo del paragolpes y la mezcla de sangre, tegidos y pelos regean en mi puerta. Yo tube suerte, solo daños materiales, el pobre animal no. El no lo habría hecho contigo cuando lo dejaste abandonado y probablemte tu conciencia esté mas tranquila que la mia que aun piensa si pude esquivarlo. Yo no lo maté, lo mataste tú cuando lo dejaste abandonado en mitad de una carretera solitaria.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

JOHNNY COGIO SU FUSIL...


...O un satelite encontró su orbita. Caótica fueron siempre tus idas y venidas, frio era el espacio vacio en el que te movías, como fria era la cicatriz que tu corazón guardaba, cicatriz de infarto de amor, que hizo que te alejaras del planeta, buscando la soledad del espacio infinito. Pero por muy caótica que fuera, tu orbita siempre te acercaba a este planeta de luz y calor, al que tímidamente te acercabas cada vez más. Un día sin darte cuenta, acercaste demasiado tu órbita, tanto que te convertiste en una bola de fuego que cruzaba silenciosamente la oscuridad de la noche. Y al dejar de ser invisible, fuiste descubierto. Te gustó el calor, rozar con tu cola de cometa la atmósfera cálida, hizo que cada vez regresaras más a menudo y poco a poco dejaste de ser un satélite despistado para convertirte en la luna que cada noche vestía de luz el manto azul estrellado.

Sería el calor, sería el roce, sería que al quedarte estático tu orbita dejo poco a poco de ser caótica y luego dejo de ser órbita. Las cicatrices terminan sanando y el caos deja paso a la esperanza, como el dolor da paso a la alegria. Ahora aterrizas y no vas a volver al frio sideral y aunque tu orbita caótica dejara de pasar cerca de este duende, creemé, amigo meteorito, que no siento pena, siento alegria por ti, porque ya no volverás a vivir caotico, ni tu mente estará despistada. Johnny cogió su fusil, el satelite volvió a la vida.

viernes, 9 de julio de 2010

CADENAS ROTAS


Es curioso que nuevamente, ante la encrucijada, aparezcas por mi vida, como siempre hiciste, en el momento mas inesperado. Siempre he tenido miedo de volverte a encontrar, mis reacciones, mis sentimientos... es curioso, hoy te volví a ver. Y tras años pensando que pasaría cuando eso sucediese, tras años sintiendo que mi vida estaba lastrada por recuerdos del pasado, por tu presencia en la sombra de mi recuerdo, por el miedo del error incierto y del acierto errado, hoy me he dado cuenta que rompí mis cadenas hace tiempo, hoy me he dado cuenta que no eres la droga dura que yo creía, hoy me he dado cuenta, tras mirarte impasible y sin sentir nada, sin tener ganas de que reaparezcas en mi vida, hoy me he dado cuenta que tenías razón, que nunca fuíste mi alma gemela y que jamás fuíste mi caballo blanco, solo fuiste una obsesion de juventud que se convirtió en cadenas, cadenas que hoy rompi ante tu mirada.