domingo, 11 de enero de 2009

La ciudad de los pozos


Los antiguos lo recordareis de mi antiguo bosque. Para los nuevos espero que os guste.



Había una ciudad que no estaba habitada por personas, como el resto de las ciudades del planeta. Se llamaba “la ciudad de los pozos” y todos sus habitantes, obviamente eran pozos. Pozos vivientes, pero pozos al fin y al cabo. Los pozos se diferenciaban entre sí, no solo por el lugar en donde estaban excavados, sino tanbién por el brocal, la avertura que los conectaba al exterior. Había pozos pudientes y ostentosos, con brocales de mármol y metales preciosos; pozos humildes, de ladrillo y madera e incluso algunos, los más pobres, con simples agujeros excavados en la tierra. La comunicación entre los habitantes de la ciudad era de brocal a brocal y las noticias cundían rápidamente de punta a punta del poblado. Un dia llegó a la ciudad una moda que, seguramente, habría llegado de algún poblado humano. La nueva moda decía que todo ser viviente que se preciara debería cuidar más lo interior que lo exterior. Lo importante no es lo superficial, sino el contenido. Así fue como los pozos empezaron a llenarse de cosas. Algunos se llenaban de joyas, monedas de oro y piedras preciosas. Otros, más prácticos, se llenaron de electrodomésticos, lavadoras, frigoríficos, y aparatos mecánicos. Algunos más optaron por el arte y se fueron llenando de pinturas, pianos de cola y sofisticadas esculturas posmodernas. Finalmente los intelectuales se llenaron de libros, manifiestos ideológicos y revistas especializadas. Pasó el tiempo y la malloría de los pozos se llenaron a tal punto, que ya no podían incorporar nada más. Los pozos no eran todos iguales, así que si bien algunos se conformaron, hubo otros que pensaron en como poder meter mas cosas en su interior. Uno de los pozos fue el primero en dar el paso. En lugar de apretar el contenido se le ocurrió aumentar su capacidad ensanchándose. No pasó mucho tiempo en que la idea fuera imitada y todos los pozos gastaban gran parte de sus energías en ensancharse para poder meter mas cosas en su interior. Un pozo pequeño y alejado del centro de la ciudad, empezó a ver como sus conciudadanos empezaban a ensancharse exageradamente. El pensó que si seguían ensanchándose, pronto se confundirían los bordes y perderían su identidad. Quizás por pensar aquello, se le ocurrió que habia otra manera de crecer. En vez de ensancharse, podían crecer hacia lo profundo, hacerse más hondo en lugar de más ancho. Pronto se dió cuenta de que todo lo que mantenía dentro de el, le imposibilitaba la tarea de profundizar. Si quería ser más profundo, debería vaciarse de todo contenido. Al principio tubo miedo al vacío, pero luego, cuando vio que no tenia otra posibilidad, lo hizo. Vacío de posesiones, el pozo empezó a hacerse profundo, mientras que los demás empezaban a apoderarse de las cosas que el se había desecho. Un dia, inesperadamente, el pozo que crecia hacia lo profundo, tubo una sorpresa. Bajó y bajó y en lo más profundo, encontró agua. Nunca antes otro pozo habia encontrado agua. El pozo superó la sorpresa y empezó a juguetear con el agua, humedeciendo las paredes, salpicando los bordes y por último, sacando agua hacia fuera. La tierra de alrededor del pozo, revitalizada por el agua empezó a despertar. Las semillas de sus entrañas se volvieron flores, tréboles, tronquitos endebles que se convirtieron en arboles después. La vida explotó alrededor del alejado pozo, al que comenzaron a llamarle el Vergel. Todos le preguntaban como había conseguido el milagro “Ningún milagro – les respondía el Vergel – Solo hay que profundizar en el interior, hacia lo profundo. Muchos quisieron imitarle, pero descartaron la idea cuando pensaron que para crecer hacia lo profundo debían desprenderse de los objetos que contenían. Pero en la otra punta de la ciudad, otro pozo decidió correr el riesgo del vacio. Y también llego a profundizar. Y también llegó al agua. Y también salpicó hacia fuera, creando un segundo oásis verde en el pueblo. ¿Qué pasara cuando se acabe el agua? – Preguntaban - “No sé lo que pasará, pero de momento, cuanto más agua saco, mas agua hay”. Un dia, casi por casualidad, los dos pozos descubrieron que el agua que habia en sus fondos era la misma. Que el mismo rio subterraneo que pasaba por uno, inundaba la profundidad del otro. Se dieron cuenta que se abría para ellos una nueva vida, no solo podían comunicarse de brocal en brocal, superficialmente, como todos los demas, sino que además la búsqueda les había deparado un nuevo y secreto punto de contacto. Descubrieron que la comunicación profunda solo la consiguen aquellos que tienen el coraje de vaciarse de contenidos y buscan en lo profundo de su ser lo que tienen para dar.

12 comentarios:

Simplemente alguien dijo...

Es bueno perder el miedo inicial al enfrentarnos al vacío pues lo que nos proporciona la búsqueda interior es mucho mejor.
Me gusta el trasplante de arbolitos.
Un saludito.

LA TIGRITA dijo...

Maravillosa historia y es muy verdadera, para llegar a encontrarte con tu verdadero interior (que alli donde radica lo mejor de nosotros) tenemos que vaciarnos, pero que miedo al vacio tenemos, algunos lo hacemos a medias, pero asi no funciona verdad?
Feliz domingo duende
Saluditos!!!

Black Rose dijo...

jajjaja, tranplante de arbolitos.. como mola Esti!!

Merce dijo...

oooooooy! que historia más bonita,
esos pocitos empezaban a perderse, tienen mucho fondo este relato
un besoooteeee

MORGANA dijo...

Duende lo conozco de creo Jorge Bucay ,no me hagas demasiado caso.Ese es el problema ..somos tan superficiales que no ahondamos en lo que importa y es en nuestro interior.Intentar llegar al fondo y buscar soluciones para los problemas.
Hermoso cuento para reflexionar.
Besos.
Shere.

~PakKaramu~ dijo...

Visiting you

Pak Karamu

Juan dijo...

Cada vez quedan menos pozos profundos y más de los superficiales. Saludos.

burbu dijo...

a mi me ha encantado duende ;) da q pensar un besotee

duende dijo...

Hola duende:
He llegado hasta aquí por casualidad.Viendo los comentarios de otro blog al leer el duende me llamo la atención, ya que yo tambien soy duende.
Pero es que además al ver tu perfil he visto que eres geminis como yo, y eso me ha dado buenas vibraciones.
Con respecto al post decirte que bonita reflexión.
Si me lo permites pasaré por aquí a leerte.
saludos

Black Rose dijo...

compadre! no se si lo sabes, pero estamos organizando kedada en barcelona para febrero.. como lo ves? chungo para venir?

anda mira.. otro duende

Black Rose dijo...

compadre....vengo de la casita del compi y he leido....ya sabes donde estamos para lo que sea
un besote!

Simplemente alguien dijo...

Yo igual que Rosa, leí tu comentario donde Kram, estamos para lo que necesites.
Un saludito.